Alfaquí del otro lado del Estrecho. Tras estudiar con varios maestros de su lugar, llegó a al-Andalus como comerciante y en busca del saber. En Córdoba conoció a varios ulemas de los que transmitió. Después se estableció en Fez, donde fue cadí en el año 536 h., y, aunque según Ibn al-Abbār no se le podía poner ninguna tacha, su conducta no fue muy elogiada. No está de acuerdo en ello Ibn ʿAbd al-Malik, que alaba su comportamiento como cadí. Tampoco está de acuerdo en que conociera a algunos maestros de los que le atribuye Ibn al-Abbār, como Ibn ʿAttāb e Ibn Ṭarīf. Cuando dejó el cadiazgo se dedicó a difundir el saber.