El Cuarto Real de Santo Domingo

En el año 1990 el Ayuntamiento de Granada adquirió la propiedad del Cuarto Real de Santo Domingo, monumento de excepcional interés declarado Bien de Interés Cultural en 1919. Tras la compra, el Ayuntamiento entró en contacto con la Escuela de Estudios Árabes del CSIC, con el fin de que dirigiera los estudios conducentes a la restauración y puesta en valor de esta joya del arte nazarí. A lo largo de estos años se han firmado dos convenios de colaboración que han dado como fruto final la restauración de la qubba, ultimada en febrero de 2004.

 

 


 

Historia

Historia
El Cuarto Real de Santo Domingo fue una posesión de los monarcas nazaríes de Granada, llamada la Huerta Grande de la Almanxarra. Los Reyes Católicos lo cedieron a la Orden de Santo Domingo para la fundación del Convento de Santa Cruz la Real. La antigua propiedad fue sufriendo sucesivas mermas, acentuadas tras la Desamortización de los bienes eclesiásticos del siglo XIX. En ese momento, la parte de la finca no ocupada por el convento pasó a manos privadas. El Cuarto Real y un resto de la huerta fueron adquiridos por el Ayuntamiento de Granada en 1990.
La antigua Huerta Grande de la Almanxarra comprendía un área de huertas con un jardín y diversas edificaciones entre las que destacaba una qubba o salón de protocolo, ubicada dentro de un torreón de la muralla del Arrabal de los Alfareros. La qubba estuvo precedida de un pórtico con una fuente y una alberca octogonal que ocupaban uno de los frentes del jardín. Esta disposición se mantuvo hasta mediados del siglo XIX, a juzgar por los testimonios gráficos y literarios que nos han llegado.
Al pasar la propiedad a manos privadas en la segunda mitad del siglo XIX, la qubba quedó rodeada por las nuevas edificaciones de una vivienda que provocaron la desaparición del pórtico, de la fuente y de la alberca. El antiguo jardín se enterró subiéndose su nivel y dando paso a otro nuevo. La qubba primitiva fue objeto de diversas restauraciones muy poco científicas y quedó incorporada como salón de la casa.
A lo largo del siglo XX la casa adosada a la qubba sufrió cambios en su aspecto, destacando los del extremo oeste, con la sustitución de una terraza abierta por un mirador cubierto y, desde 1966, por una pérgola de hormigón.

 


Restauración

Restauración
En el año 1995 se iniciaron diversos trabajos para conocer la forma y organización primitivas del Cuarto Real. Las excavaciones arqueológicas sacaron a la luz la cimentación del pórtico, la alberca y los andenes del jardín. Otras investigaciones permitieron establecer la forma primitiva de la qubba y las necesidades de restauración que presentaba el monumento.
En el año 2001 se iniciaron las obras de restauración, comenzando por la cubierta, cuya estructura, renovada hacia el siglo XVIII, presentaba un estado de gran deterioro, por lo que ha sido rehecha para garantizar la protección de la bella armadura que cubre la sala por su interior. Esta obra de carpintería decorada se encontraba en un relativo buen estado.
El edificio ha sido reforzado mediante zunchos de madera anclados a los muros, procurando devolverle su primitiva disposición estructural que había sido muy seriamente alterada al eliminar las paredes que separaban entre sí los distintos espacios y habitaciones laterales de laqubba. En la obra se ha procurado utilizar siempre materiales compatibles con los tradicionales y respetar el sistema estructural. Por este motivo se han reconstruido los antiguos muros de partición y eliminado diversos elementos de refuerzo puestos modernamente y que impedían la recuperación de los espacios originales.
La limpieza y restauración de la rica decoración que cubre el interior de la qubba ha sido una de las tareas más laboriosas. Se han tenido que eliminar gruesas capas de cal y numerosos añadidos poco respetuosos con la ornamentación original, frutos de malas intervenciones de comienzos del siglo XX. Entre ellas destaca la cubrición de una amplia zona de yeserías originales con placas de escayola para disimular el desplome de la pared del lado derecho. El criterio de actuación adoptado ha consistido en recuperar y dejar visibles las partes originales, hacer reconocibles las restauraciones anteriores de interés y recomponer sólo las líneas generales en las zonas desaparecidas.


 


Interpretación

Interpretación

El Cuarto Real de Santo Domingo es un monumento singular de enorme interés, no sólo desde el punto de vista histórico y artístico, sino también tipológico. Su condición de pabellón regio en medio de un jardín que aún se mantiene y su datación temprana, pues es seguramente el edificio nazarí de carácter residencial más antiguo que se conserva, así obligan a considerarlo. En él perduran rasgos estéticos almohades como la presencia de amplios paños de pared sin decoración, que en el período de esplendor del arte nazarí se ven enteramente cubiertos.
La interrelación entre la qubba y el jardín era un valor primordial en el concepto arquitectónico al que responde el edificio. El salón constituía un lugar de disfrute del espacio circundante, formado por las huertas que se extendían hasta la ribera del río Genil y por el jardín plantado en su frente, lugar de inmediato solaz de los usuarios de la qubba. El pórtico, la fuente allí existente y la alberca, proporcionaban la adecuada protección medioambiental a la sala. Las dos alhanías laterales abiertas con grandes arcos, eran los lugares destinados al reposo y las cuatro pequeñas habitaciones a modo de armarios o alhacenas servirían para guardar enseres. La destrucción del pórtico, el enterramiento de la alberca y la interposición del edificio construido en el siglo XIX alteraron de modo drástico el carácter del edificio, haciéndole perder gran parte de sus primitivos valores.
Las dos alhanías laterales del salón están hoy divididas por alfarjes, seguramente construidos por los dominicos para disponer de dos pequeños coros. La ventana existente sobre la puerta de entrada es un elemento añadido hacia 1930, con posterioridad a la edificación de la vivienda decimonónica. Es una burda imitación de la decoración original, introducida sin consideración hacia la composición primitiva de la qubba. Ambos elementos se han conservado por haberlo así acordado la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico.


Equipo Técnico

Equipo Técnico

 

EQUIPO TÉCNICO

DIRECCIÓN:
ANTONIO ALMAGRO GORBEA, arquitecto, CSIC.
ANTONIO ORIHUELA UZAL, arquitecto, CSIC.
JOSÉ MANUEL LÓPEZ OSORIO, arquitecto técnico.

COLABORADORES:
VICTOR MEDINA FLÓREZ, asesor en restauración.
ANA GARCÍA BUENO, asesora en restauración.
CARMEN RALLO GRUSS, estudios previos de restauración.
EDUARDO RODRÍGUEZ TROBAJO, análisis de dendrocronología.
ENRIQUE NUERE MATAUCO, asesor en estudio de la armadura.
FRANCISCO MARTÍN PEINADO, caracterización de materiales.
JUAN A. GARCÍA GRANADOS, arqueólogo.
PABLO CASADO MILLÁN, arqueólogo.
JULIO NAVARRO PALAZÓN, asesor en arqueología, CSIC.

ALBERTO DOMÍNGUEZ BLANCO RESTAURACIÓN MONUMENTOS, S.A.
Francisco Castellano Gómez, Jefe de Obra.
Francisco Muñoz Entrena, Encargado de Obra.
EL TALLER DEL ARTISTA C.B.
Susana Rodríguez Martín, Restauradora.
SIGLOS, CONSERVACIÓN Y RESTAURACIÓN.
VORSEVI, S.A. INGENIERÍA Y CONTROL DE CALIDAD

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