El Albaicín

Plano guía del Albaicín andalusí

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Detalle del Plano-guía del Albaicín

Elaborado por Antonio Almagro, Antonio Orihuela y Carlos Sánchez ; con la colaboración de José Sandoval, Elvira Martín, Ignacio Zúñiga, Francisco Urbistondo, Javier Abadía.

2ª ed. act. actualización Juan Luis Benítez

Granada : Editorial Universidad de Granada : Fundación Pública andaluza El legado andalusí, 2015.

Adquisición: de venta en las principales librerías.

Descripción y contenido:

Plano desplegable (68×86 cm). Escala 1/1500. Imágenes del plano en baja resolución

Se trata del plano más completo existente sobre el barrio del Albaicín, en el que se detallan los edificios islámicos de interés artístico y monumental.

En el reverso se recoge información sobre la «Evolución urbana del Albaicín andalusí«,  así como una breve descripción y planimetría de algunos monumentos:

 

EVOLUCION URBANA DEL ALBAICÍN ANDALUSÍ

Sobre la parte central y más elevada del conjunto urbano que actualmente se denomina Albaicín se situó el antiguo asentamiento que dio origen a la ciudad de Granada. Allí se estableció una población ibérica desde el siglo VII a.C., cuyo nombre primitivo dio lugar a Illiberis o Iliberri, ciudad que obtuvo el estatuto de municipium hacia el año 45 a.C.
A comienzos del siglo VIII, los conquistadores musulmanes debieron encontrar una ciudad en decadencia, después de una etapa visigoda de escasa actividad edificatoria. El antiguo nombre se arabizó como Ilbīra, pero los nuevos gobernantes instalaron la capital de la cora o provincia en Madīnat Ilbīra, al pie de Sierra Elvira, a unos 10 km. de distancia. Al mismo tiempo, la parte central o quizás todo lo que fue Iliberri, se empezó a denominar Castillo o Ciudadela de Granada (Ḥisn Garnāṭa o Qal`at Garnāṭa).
Poco después del inicio de la guerra civil (1009-1031) que acabó con el califato de Córdoba, el grupo de beréberes ziríes encabezados por Zāwī b. Zirī estableció un gobierno autónomo en la cora de Ilbīra. Pero, en lugar de asentarse en Madīnat Ilbīra, decidieron recuperar la antigua ciudad romano-visigoda. Una de sus primeras actuaciones debió de ser la reparación y mejora de las fortificaciones existentes. La muralla partía desde la Puerta de la Erilla o Monaita (Bāb al-Unaydar) hasta el Carril de la Lona, donde se abría la Puerta del León (Bāb al-Asad), de la cual solo queda uno de sus torreones. Desde allí descendía por detrás de la Iglesia de San José hasta la Cuesta de San Gregorio. El límite sur se llevó muy próximo a la actual calle de San Juan de los Reyes, conservándose una torre frente a la Iglesia del mismo nombre, a partir de la cual continuaba hacia el norte para enlazar con la muralla de la calle Guinea, cerca de una torre que todavía existe. Hacia levante se conserva en la Placeta de Abad, integrado dentro del Convento de las Tomasas, otra torre que debió formar parte de la Puerta de los Estandartes (Bāb al-Bunūd). De esta forma quedó constituida inicialmente la Ciudad de Granada (Madīnat Garnāṭa), dentro de la cual estaba el alcázar de los emires ziríes.
Los sucesores de Zāwī convirtieron la capital de su reino taifa en una gran urbe. La expansión se planteó hacia el llano, con un perímetro de murallas que partiendo de la Puerta Monaita continuaba hasta la Puerta de Elvira, y de allí, se extendía hasta la zona de la Plaza de Bib-rambla, cruzando al otro lado del río para subir a una fortaleza situada en donde hoy está la Alhambra. Bajaba de nuevo hasta el río para enlazar con la coracha del recinto primitivo, mediante la puerta-puente denominada Puerta de los Tableros (Bāb al-Difāf). Poco después debió de cercase el barrio de Axares (Ajšāriš), comprendido entre el antiguo recinto amurallado, la Cuesta del Chapiz, el Río Darro y la coracha.
En el año 1090 los almorávides derrocaron al último sultán zirí, `Abd Allāh, y conquistaron Granada, que se convirtió en una de las ciudades más importantes de la península ibérica. Poco más de medio siglo después, los almohades sustituyeron a aquellos en el control de al-Ándalus, designando a Sevilla como capital. El desarrollo urbano originó el inicio de la construcción de arrabales extramuros como los de los Alfareros (al-Fajjārīn) y la Loma (Naŷd) al sur de la medina.
En el año 1238 Muḥammad ibn al-Aḥmar estableció la capital del emirato nazarí en Granada e inició la creación de una ciudad palatina amurallada en la Alhambra que se convertiría en el nuevo centro político y administrativo, cuyo contacto con la ciudad de Granada se limitaría a su extremo occidental, donde estaba la Alcazaba de la Alhambra (Qaṣabat al-Ḥamrā`). Desde entonces la antigua ciudadela zirí, ya sin trascendencia política pero dotada aún de utilidad militar, se empezó a denominar Alcazaba Antigua (al-Qaṣaba al-Qadīma). En esta etapa se crearon el arrabal del Albaicín (al-Bayyāzīn) al norte y el del Arenal (al-Ramla) al suroeste.
Las inmigraciones de musulmanes de zonas fronterizas y la necesidad de mejorar las defensas provocarían el amurallamiento de los arrabales. La muralla del Albaicín, construida en el segundo tercio del siglo XIV, comenzaba al inicio de la Cuesta del Chapiz, donde se unía con la del barrio de Axares, bordeaba el Río Darro aguas arriba, ascendía a San Miguel Alto y bajaba a la Puerta de Fajalauza (Bāb Faŷŷ al-Lawza). Continuaba hasta el Postigo de San Lorenzo, para terminar en la Puerta de Elvira. Desde el final de la Edad Moderna el conjunto urbano formado por el Arrabal del Albaicín, la Alcazaba Antigua, el barrio de Axares y el situado a poniente de la coracha, empezó a conocerse genéricamente como Albaicín, denominación que se ha mantenido hasta nuestros días.
Después de la toma de Granada por los Reyes Católicos se produjo una segregación espacial, pues los castellanos se establecieron en la ciudad baja, permaneciendo los mudéjares en el Albaicín. Tras la sublevación de los albaicineros en el año 1500 y una vez sofocada la revuelta, perdieron sus derechos y fueron obligados a hacerse cristianos, convirtiéndose en moriscos. Esta nueva situación produjo un arte de fusión entre los elementos y técnicas de tradición nazarí con otros nuevos, primero góticos y luego renacentistas. De la época morisca se conservan casi un centenar de casas, unas completas y otras con restos parciales, aunque muchas de ellas no han sido rehabilitadas todavía.
La nueva rebelión y guerra de los moriscos en 1568-1570 tuvo repercusiones urbanísticas en el Albaicín, pues al ser expulsados muchas casas fueron abandonadas y acabaron destruyéndose. Ello dio lugar a la agrupación de parcelas, en las cuales las viviendas que subsistieron se pudieron hacer más espaciosas y rodearse del característico jardín con zona de huerto, que ha llegado a nuestros días con el nombre de «carmen».

1. PUERTA DE ELVIRA

Esta monumental puerta fue la entrada principal a la ciudad de Granada. Por un grabado de principios del siglo XVII, de F. Heylan, sabemos que existió un arco al comienzo de la calle de Elvira que sería una primera puerta construida en el siglo XI, a la que más tarde se agregaron otras defensas hasta convertir el acceso en una poderosa fortaleza, de la cual se conserva la mayor parte de su frente externo. Tras el gran arco hoy visible había un hueco o buhera por el que se hostigaba a quienes se acercaran a la puerta propiamente dicha cuyo arco estaba retranqueado respecto del frente de la fortificación y que fue demolido a comienzos del siglo XIX. Tras esta primera puerta había un patio interior con nichos en sus lados para guarecer a la guardia. En frente de la puerta exterior había otra por la que se accedía al arrabal del Albaicín por la Alhacaba, mientras que girando a la derecha, por la antigua puerta del siglo XI se iniciaba el recorrido de la calle de Elvira, arteria principal de la medina. Las estructuras hoy visibles son de tapia con aparejo fingido de grandes sillares, visible en el lateral exterior. Con mucha probabilidad su construcción corresponde a mediados del siglo XIV.

6. PUERTA MONAITA

Esta puerta daba acceso al recinto conocido como Alcazaba Antigua, núcleo originario de la ciudad islámica de Granada y está flanqueada por un torreón de mampostería encintada. La puerta exterior, única conservada, presenta doble arco, entre los cuales quedaban enrasadas las hojas de cierre. Los arcos son de disposición enjarjada (con piedras dispuestas horizontalmente hasta una cierta altura en que se inicia el arco propiamente dicho) y están labrados en piedra calcarenita de La Malahá, con impostas de caliza de Sierra Elvira y alfiz enmarcando el hueco. Tras esta puerta había un patio encerrado entre murallas, a través del cual, girando a mano derecha y por otra puerta hoy desaparecida, se entraba a la Alcazaba.

7. ALMINAR DE SAN JOSÉ

La actual torre de la parroquia de San José es cuanto subsiste, junto con un aljibe, de una antigua mezquita llamada al-Morabitín o de los ermitaños. Presenta una gran ventana con arco de herradura y pequeñas saeteras para iluminar el interior de su escalera que sube girando en torno a un machón central cuadrado, como la torre. El aparejo real con que está construido este alminar, está disimulado por otro fingido y sobretallado, de despiece más regular, característico de construcciones del siglo XI. La torre se remata hoy con un cuerpo campanario de ladrillo de construcción cristiana.

10. ALJIBE DE SAN MIGUEL BAJO

Como la mayoría de los aljibes del Albaicín recibía el suministro de la Acequia de Aynadamar (Sāqiyat `Ayn al-Damā`), que conducía el agua desde la Fuente Grande, situada en Alfacar a unos 10 km. de Granada. Este aljibe debió de pertenecer a una antigua mezquita que fue derribada en 1528 para construir la Iglesia de San Miguel Bajo. Tiene una capacidad de 90 m3 y consta de una especie de callejón de directriz quebrada con bóveda de medio cañón y una amplia sala con pilar central, que se cubre también mediante bóvedas de medio cañón. La portada exterior tiene arco apuntado de herradura enmarcado por alfiz que se sustenta en dos columnas romanas reutilizadas. Su construcción inicial ha sido atribuida al siglo XIII, aunque la portada tuvo que se rehecha para adaptarse a los muros de la iglesia, cuya orientación es distinta a la de la antigua mezquita.

11. PALACIO DE DARALHORRA

La mansión de la familia real nazarí denominada Daralhorra (Dār al-Ḥurra) debe su nombre al tratamiento honorífico que recibían las princesas musulmanas, por lo que se ha traducido como Casa de la Sultana, de la Reina, o de la Señora. Está situada dentro del recinto de la Alcazaba Antigua, probablemente sobre parte del solar ocupado por el alcázar del rey zirí Badis (S. XI). Parece que la esposa de Muley Hacén y madre de Boabdil, residió en esta casa, cuya construcción se suele datar en la segunda mitad del siglo XV. Después de la capitulación de Granada, los Reyes Católicos fundaron el convento de religiosas franciscanas, que en su honor lleva el nombre de Santa Isabel la Real. Por fortuna, la mansión nazarí se mantuvo, con pocas modificaciones, en el extremo norte del conjunto conventual, hasta que fue adquirida por el Estado en el año 1930.
Ocupa una parcela de 357 m2, sin incluir la zona destinada a huertas y jardines. Se desarrolla en torno a un patio rectangular, orientado en la dirección norte-sur, con una pequeña alberca y con crujías en los cuatro lados y pórticos solo en los dos menores. En estos últimos se situaban las salas principales, de doble altura, mientras que en los otros había dos pisos de habitaciones secundarias. Sus características más notables son la existencia de una planta alta sobre la sala de la crujía norte, con su galería de acceso, y los miradores situados en el centro de ambas salas de este mismo lado.

13. ALJIBE DE SAN CRISTÓBAL

Se sitúa al final de la calle Larga de San Cristóbal, junto a la Iglesia del mismo nombre que ocupa el lugar de la Mezquita de la Explanada (Ŷāmi` al-Šarīa`) la cual tomaba su nombre del lugar donde se realizaban las grandes celebraciones religiosas al aire libre. Al cercarse con murallas el Albaicín en el siglo XIV, esta amplia zona se edificaría dando lugar al barrio del mismo nombre. Para llegar al aljibe hay que descender por una escalera hasta el fondo de un recinto de planta pentagonal situado por debajo del nivel de la calle. Al exterior tiene una portada monumental con arco de herradura ligeramente apuntado, que presenta la particularidad de ser enjarjado. A continuación hay una bóveda de medio cañón que cobija la boca, la cual se enmarca con un arco de medio punto que es inicio de la bóveda que cubre la nave. Su capacidad es de 13 m3.

16. POSTIGO DE SAN LORENZO

Esta puerta, ubicada en un entrante del recinto más exterior de la ciudad, que encerraba el arrabal del Albaicín, obedece al esquema típico de las puertas islámicas con entrada en recodo y doble puerta que deja en medio un patio o una sala, como en este caso, para cobijo de la guardia. Está construida dentro de un torreón de tapia de argamasa de cal y grava, que carece de elementos de cantería, estando sus arcos y bóveda construidos con ladrillo. Al igual que todo el recinto más exterior, su construcción debe ser de época de Yusuf I, a mediados del siglo XIV.

19. BAÑO DEL NOGAL O BAÑUELO

Situado junto al río Darro, responde al prototipo de baño musulmán de uso público. Tenía en su ingreso una sala de vestuario y reposo con linterna, hoy transformada en patio. Por estrecha puerta se pasa a la primera sala fría, ya abovedada como el resto del edificio y con las típicas lumbreras estrelladas y octogonales para facilitar la iluminación. A continuación hay una segunda sala fría alargada, con atajos en los extremos. Se pasa, ya por una puerta axial, a la sala templada, la de mayor tamaño del conjunto. Posee un espacio central cubierto con bóveda esquifada y galerías en tres lados sobre arcos de herradura con bellos capiteles, en su mayoría reaprovechados de construcciones anteriores. La sala caliente tiene disposición semejante a la fría, pero comunica con los dos espacios destinados a albergar las pilas para el agua caliente. Un hueco central, originalmente cerrado, comunica con la el lugar en que se encontraba la caldera y el hogar para el calentamiento del conjunto, así como la zona de servicio desde la que se mantenía el fuego. Bajo la sala caliente existe el típico hipocausto para la circulación del tiro del horno que calentaba el suelo y las paredes. Se conserva en un relativo buen estado gracias a su sólida construcción de dura argamasa de cal.

20. MARISTÁN

El Maristán de Granada, hospital fundado por Muh.ammad V en el año 1367, estaba situado en el barrio de Axares (Ajšāriš). Ocupaba una parcela rectangular de 1015 m2, con crujías y pórticos en los cuatro lados, organizados con dos plantas de altura. En el centro del patio había una gran alberca. Las escaleras se situaban en el centro de los dos lados mayores. Las crujías estaban divididas en pequeñas habitaciones cuadradas de unos 6 m2, con acceso directo desde los pórticos y galerías además de tener comunicaciones interiores entre ellas. Los pilares de ladrillo y las zapatas situadas sobre ellos siguen la misma técnica constructiva empleada con anterioridad en la Alhóndiga Nueva, conocida como Corral del Carbón. Desde principios del siglo XVI el Maristán se reutilizó como Casa de la Moneda, albergando después varios usos hasta llegar al siglo XIX muy modificado y deteriorado. En el desgraciado año de 1843, el mismo en el que se quemó la Alcaicería, el Ayuntamiento granadino autorizó su demolición. Esta no se completó por existir engalabernos con otras edificaciones medianeras por el lado sur. Posteriormente fue reconstruido para albergar una casa de vecinos, demolida parcialmente en 1984. Las excavaciones arqueológicas realizadas después, han descubierto buena parte de la crujía sur, el arranque de los muros de las otras tres y la alberca. Al mismo tiempo se ha podido constatar que el Maristán se organizó reutilizando elementos de un edificio islámico anterior, quizás una alhóndiga.

21. PUERTA DE LOS TABLEROS

Cercana al Bañuelo, en la margen opuesta del río Darro, se aprecian los restos de una torre con el arranque de un arco mediante el cual la muralla que desde la Alhambra comunicaba con la Alcazaba Antigua salvaba el río. Construido con pequeños sillares de fina labra, presenta cajeados y ranuras verticales para los rastrillos y compuertas con que se cerraba el cauce. En el centro de la jamba se ve una puerta tapiada que comunicaba con dos escaleras alojadas en el interior del torreón y por las que se bajaba para tomar agua del río. Por su estructura y ornamentación se le suele considerar obra del siglo XI.

22. CASA NAZARÍ DE ZAFRA

La llamada casa nazarí de Zafra debe su nombre a que fue donada por Hernando de Zafra, junto con otras propiedades, para formar desde el año 1527, el Convento de Religiosas Dominicas de Santa Catalina de Sena, conocido también como Convento de Zafra. La casa quedó preservada dentro del convento hasta que el Ayuntamiento de Granada la adquirió en el año 1946. Ocupa un solar de planta trapezoidal de unos 383 m2. Se distribuye alrededor de un patio rectangular, cuyo centro está ocupado por una alberca dotada de una fuente circular de mármol en su lado norte. Recientes excavaciones arqueológicas han demostrado que tuvo dos cuadros de vegetación a ambos lados de la alberca. Su disposición es la típica de las casas nazaríes de cierta categoría, presentando dos pórticos enfrentados en los dos lados menores. Tras estos pórticos se encuentran las salas principales de la casa. En el piso superior se repite la misma disposición. Sin embargo, en una primera fase, que se podría datar en el siglo XIV, el patio debió de ser aproximadamente cuadrado, con pórticos de cinco vanos y crujías sólo en los lados norte, sur y oeste. La vivienda primitiva debió de contar con una sola planta en las crujías principales. A causa del deterioro de los pórticos, especialmente del meridional, y de la necesidad de levantar esa planta alta, se suprimirían los vanos extremos adosando una crujía por el este y ensanchando la del oeste. Al mismo tiempo, se sustituirían las columnas del pórtico sur, recortando los arranques de los arcos.

25. PUERTA DE LAS PESAS

Conocida también como Puerta Nueva, este acceso al recinto de la Alcazaba Antigua guardaba relación con la vecina puerta de Hizna Román, formando un sistema de muralla y antemuralla hoy difícil de ver por las construcciones adosadas a aquellas. El arco de la puerta está construido con piedra calcarenita de La Malahá, tiene enjarjes y alfiz recercando el hueco. Tras él hay un pasaje en recodo cubierto con bóvedas de ladrillo, de medio cañón en los tramos rectos y baída en la zona del ángulo. Todo ello se alberga en el interior de un torreón construido con tapia de dura argamasa. Su cronología está todavía sin fijar, pero podría datar del siglo XII.

27. PUERTA DE HIZNA ROMÁN

Los restos de esta puerta, llamada también Puerta del Castro (Bāb Qaštar), se abren entre dos gruesas torres de tapias de cal y canto. Ahora tiene paso recto, pero posiblemente en su origen tuviese acceso en recodo, pues la parte exterior del conjunto ha desaparecido. El pasadizo de la puerta lo ocupa desde el siglo XVIII una capilla dedicada a San Cecilio. Las jambas de los arcos y otros elementos singulares son de lajas de piedra calcarenita de La Malahá, dispuestas con aparejo de soga alternando con varios tizones. Esta disposición del aparejo hace pensar que sea uno de los más antiguos elementos visibles de las fortificaciones islámicas de Granada, seguramente del siglo XI.

28. ALJIBE DE TRILLO

Es el más destacado entre los aljibes granadinos de nave única. Estaba situado en el recinto de la Alcazaba Antigua. Tiene una capacidad de 50 m3. Está dividido en dos tramos, el primero cubierto con bóveda esquifada y de arista, mientras que el segundo se cubre con bóveda de medio cañón. Tiene una hermosa portada con arco de herradura de ladrillo que ha perdido los azulejos que decoraban antiguamente sus albanegas. Su construcción se atribuye al siglo XIV, el momento más floreciente de la arquitectura nazarí.

31. PORTADA DE MEZQUITA

En la calle de la Portería de la Concepción en su confluencia con la de Zafra, hay una puerta de sencilla factura que pudo corresponder a una pequeña mezquita u oratorio de barrio. De su interior no se conserva nada, pues forma parte del convento de santa Catalina de Sena, también conocido por Convento de Zafra. Tiene un arco ligeramente apuntado y encerrado por un alfiz sobre el que se dispone un dintel fingido de ladrillos en saliente y entrante alternativos. Encima de éste hay un friso decorativo con dos paños rellenos de estrellas que enmarcarían una inscripción hoy desaparecida. Debió de ser construida sin duda en el período nazarí.

32. ALMINAR DE SAN JUAN DE LOS REYES

Casi oculto por la iglesia de San Juan de los Reyes y construcciones anejas, este alminar convertido en campanario es un buen ejemplo de edificación de principios del siglo XIII, decorada con paños de arcos ciegos mixtilíneos prolongados en redes de rombos (sebka), con diseño distinto en cada frente. Sobre estos paños corre una franja rellena de lazos con polígonos estrellados de ocho lados. La planta de este alminar es cuadrada y su interior está ocupado por una rampa, que sube dando vueltas a un machón central también cuadrado. La torre está rematada por un cuerpo de campanas de época cristiana.

40. PATIO DE LA MEZQUITA MAYOR DEL ALBAICÍN

La mezquita aljama del arrabal del Albaicín se debió de construir hacia finales del siglo XIII o comienzos del XIV, con motivo del gran crecimiento del este arrabal extramuros de la Alcazaba Antigua. Su sala de oración, demolida para construir la actual iglesia del Salvador, tenía columnas de mármol que sostenían arcos de herradura apuntados. De esta mezquita se conserva todavía su patio, adosado a la iglesia y con entrada por la calle Panaderos. Presenta arquerías perimetrales con arcos de herradura apuntados, sobre pilares de ladrillo o piedra, de tradición almohade. Las dobles galerías laterales aún permiten formarse una idea del aspecto que tendría la sala de oración, de la que éstas eran continuación.

48. CASA MORISCA DE YANGUAS

Esta pequeña vivienda conserva el encanto de la arquitectura doméstica construida por los moriscos granadinos en el siglo XVI. Se desarrolla en torno a un patio con crujías en tres lados pero con pórtico y galería solamente en el lado septentrional, ante las salas principales. La entrada se hacía por la calle Yanguas, a través de un reducido jardín. En sus elementos de carpintería se puede observar la mezcla de rasgos ornamentales nazaríes, góticos y renacentistas que caracteriza a la arquitectura morisca. La sala principal de la planta alta conserva todos los elementos característicos de las salas polivalentes nazaríes: almatraya o cuadro de azulejos situado en el pavimento junto a la puerta, alacenas en los muros a ambos lados del arco de acceso y alhanías o alcobas con techo plano en los extremos de la sala. La zona central se cubre con una armadura de cuatro vertientes con tres pares de tirantes, decorada con pinturas. La casa está dotada de una pequeña alberca situada en el centro del patio y de un aljibe con hermosa portada.

50. CASA EN C/ HORNO DEL ORO, Nº 14

Está situada dentro del recinto del barrio residencial denominado en época musulmana Ajšāriš, que pasó al castellano como Axares y actualmente se conoce por el nombre de la parroquia a que pertenece, San Pedro. La casa ocupa una parcela de 221 m2, con una fachada a la calle y tres medianerías. Se desarrolla en torno a un patio rectangular, orientado en la dirección norte-sur en cuyo centro hay una alberca. Tiene pórticos de tres arcos, sobre columnas, precediendo a las salas en los lados menores, y otros adintelados sobre pilares en los otros dos, aunque el oriental ha sido cerrado recientemente. La planta alta repite el mismo esquema de la baja, con galería perimetral de madera excepto en el lado oeste donde está constituida por seis arcos de ladrillo. Sus características tipológicas y los elementos nazaríes tales como columnas y canecillos del alero parecen indicar que se trata de una casa nazarí del siglo XV a la que se añadió la planta alta en el período morisco.

53. CASA DEL CHAPIZ

Ocupa una amplia parcela con huerta y jardines situada en la esquina que forman la Cuesta del Chapiz y el Camino del Sacromonte, antiguo camino de Guadix, en el extremo sureste del arrabal, que era denominado Barrio de la Blanca (Rabad al-Baydā`). Se trata de una gran casa distribuida en torno a dos patios. El meridional parece que se construyó sobre los restos de un palacio nazarí del siglo XIV, que formaba parte de una gran almunia. Se conserva parte del trazado de la planta y algunos de sus elementos, que fueron aprovechados cuando se reedificó, mediado el siglo XVI, por el morisco Lorenzo el Chapiz, siguiendo el tipo tradicional de patio rectangular con cuatro crujías y pórticos de cinco arcos en los lados menores. El patio septentrional es de menor tamaño y tiene pórticos y galerías de madera en sus cuatro lados. Debido a estas circunstancias, el conjunto permite conocer el proceso de evolución tipológica que tuvo lugar en la arquitectura doméstica nazarí desde su período de madurez hasta lo que podría considerarse su última fase de pervivencia en el siglo XVI, la morisca. En el año 1932 el arquitecto Leopoldo Torres Balbás finalizó las obras de rehabilitación para instalar en el edificio la recién creada Escuela de Estudios Árabes (CSIC), que permanece desde entonces en este lugar.
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